A medida que pasan los días, San Lorenzo se aleja del objetivo de cerrar la llegada de un entrenador antes del partido clave que tiene el martes de la semana próxima contra Liverpool de Uruguay, por la Copa Libertadores. Porque después de la negativa de Luis Zubeldía, el gran apuntado por la dirigencia, ahora también se bajó el segundo en el orden de prioridades: Gabriel Heinze.
En Boedo estaban esperando una respuesta del Gringo, con el que se contactaron el sábado pasado con la intención de ofrecerle el cargo. Sin embargo, directamente no se llevará a cabo ningún cónclave como en el club tenían previsto porque el entrenador ya descartó la posibilidad de dirigir al Ciclón teniendo en cuenta que muy posiblemente se sume al cuerpo técnico de Mikel Arteta, que dirige al Arsenal de la Premier League.
Es cierto que en San Lorenzo, más allá de Zubeldía y Medina, ya sondearon a varios y hubo averiguaciones y llamados. A Nicolás Larcamón, ex DT de Cruzeiro, lo tantearon pero también dijo que no. También aparecieron otros nombres, aunque más que nada como expresión de deseo que como una realidad: Matías Biscay, el ayudante de Marcelo Gallardo; Cacique Medina o Guillermo Barros Schelotto. Pero ninguno de ellos llegará.
¿Y ahora?
Ante este panorama, la dirigencia está en medio de una encrucijada. Leandro Romagnoli, que dirigió de manera interina ante Central Córdoba, se postuló para agarrar la Primera y podría empezar a ganar terreno. Kily González, pese a que dijo que de San Lorenzo nadie lo llamó, parecería no estar fuera de carrera. Y otro que asoma es Pipo Gorosito, al que la CD no pensaba para este momento pero ahora asomaría como alternativa. Panorama difícil en Boedo…