A cuatro meses de su llegada, Pedro Troglio puede convertirse en otro de los técnicos de ciclo fugaz en San Lorenzo. A esta altura, la situación del DT de 56 años ya es un clásico en una institución devastada y abandonada dirigencialmente. Pasaron Almirón, Pizzi, Monarriz, Soso, Dabove, Montero y ninguno le pudo dar soluciones a este equipo. La historia se repite en loop.
Su etapa tuvo un arranque prometedor, como casi todos en los últimos tres años. Pero cuando empezó a jugar por los puntos el Ciclón bajó su rendimiento y la mala campaña es tan aguda que se viven horas de desorientación, principalmente por las formas. ¿Cuál es la idea del DT? Nadie la sabe, lo que lo hace más vulnerable por sus desastrosos resultados.
A saber: San Lorenzo solo está jugando la Copa de la Liga y está virtualmente eliminado de la próxima fase. Los números, claro está, no lo ayudan: nueve encuentros jugados y apenas una victoria. Y no solo eso. A esta altura, con esa cantidad de partidos, se convierte en el técnico con peor promedio del último tiempo junto con Almirón, con un 25,9% de los puntos.
Para la dirigencia y el propio cuerpo técnico de Troglio el choque del miércoles contra Racing de Córdoba por la Copa Argentina será clave para su continuidad. Es duro pensarlo, pero hoy que siga o no dependerá que sus jugadores, bajos de rendimiento y confianza, puedan eliminar a un equipo semiprofesional del Torneo Federal A. Sí, la vara está por suelo.
¿Y si gana? ¿Después qué? Para San Lorenzo será de vital importancia ganarle el próximo sábado Platense en el Nuevo Gasómetro, lo que significaría el primer triunfo ante su gente. El tema es que lo más probable es que esta misma historia continúe en la etapa final del torneo. Los futbolistas quedaron en la posición de rendir cuentas y jugar con el futuro del DT cada vez que salen a la cancha.
Para la dirigencia, los grandes responsables de esta pésima actualidad, lo mejor que puede pasar es que las aguas se calmen con algunos buenos resultados para llegar al mini parate de mitad de año. El motivo es simple: después de varias negativas a principios de año, hoy ni siquiera hay candidato firme. Que se vaya Troglio a los diez partidos traerá más preguntas que respuestas.