La sensación que se percibe en San Lorenzo es que cada mañana puede explotar una bomba. Lo sabe el técnico, Paolo Montero. El manager, Mauro Cetto. Y lo tienen muy en claro los dirigentes. Intimaciones por parte de jugadores, reclamos por deudas que se acumularon y fallos de la FIFA en contra, fueron algunas noticias que se repitieron en los últimos años…
En este caso, el Tribunal de Arbitraje Deportivo formalizó algo que se veía venir: el Ciclón no puede incorporar futbolistas durante los próximos tres mercados de pases hasta que le pague lo que le debe a Palestino por Paulo Díaz. El monto asciende a los 2.500.000 dólares más intereses del 5% anual que se sigue acumulando con el correr de los meses.
El conflicto surge cuando el Ciclón vende al zaguero al fútbol árabe en agosto del 2018 y los trasandinos reclamaron ante la FIFA porque jamás cobraron el 50% que les correspondía por tener esa porción de la ficha. La resolución del TAS llegó a principios de junio de este año, en el que especificaban que el plazo para abonar esa cifra vencía el 24 de julio. San Lorenzo no pagó.
San Lorenzo se encuentra sumergido en un contexto en el que se precisa mucha cintura para negociar. No hay plata y sobran deudas en medio de una crisis de desató en los últimos tiempos y se agudizó con las devaluaciones. Eso sí, si de alguna manera logra conseguir el dinero para saldar los dos millones a Palestino, inmediatamente se levantará la inhibición… ¿Podrá?