Los clubes argentinos no ven el momento de retomar los entrenamientos presenciales. Si bien se estima que la competencia no retorne hasta septiembre, la idea que tiene la AFA de acuerdo a los protocolos que presentó en el Ministerio de Salud es regresar en los primeros días de agosto. En ese sentido, la incertidumbre en San Lorenzo pasa por saber dónde realizará la pretemporada.
La situación particular que atraviesa el Ciclón se debe pura y exclusivamente al avance de la pandemia. Además de sus pensiones y el predio de Avenida La Plata que el club le cedió al Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad, desde hace un tiempo está montado debajo de la Platea Sur del Nuevo Gasómetro un centro de testeos de COVID 19 para los vecinos de los barrios linderos al estadio.
Si bien todavía no está definido hasta cuándo los médicos continuarán trabajando en el Bajo Flores, de acuerdo a lo que viene pasando durante las últimas semanas en relación al coronavirus todo indica que será necesario seguir con los exámenes. Y como faltaría menos de un mes para el reencuentro del plantel de Mariano Soso, San Lorenzo evalúa arrancar las prácticas lejos de la Ciudad Deportiva.
Conocida esta situación, por Boedo empezaron a evaluar opciones para la vuelta a los entrenamientos. Sin embargo, a esta altura el predio que la AFA posee en Ezeiza sería cedido para contrarrestar y hoy por hoy le sacaría varios cuerpos de ventaja a otras variantes ya conocidas por el club y que fueron utilizadas en los últimos años, como el hotel Holliday Inn de Ciudad Evita o el predio ubicado en Cardales.
Mientras esperan la fecha oficial para el regreso a la actividad, que podría darse a conocer en el arranque de la próxima semana, el complejo de 48 hectáreas que utilizan Messi y compañía, que posee tres complejos habitacionales y ocho canchas a disposición, tiene todos los números para recibir al CASLA.