No fue mala la imagen que dejó San Lorenzo en el amistoso que jugó contra Talleres en Córdoba. Con un equipo casi íntegramente formado por suplentes y juveniles, salvo Sebastián Torrico, tuvo dos errores en el primer tiempo que aprovecharon los titulares la T y después, pese a que contó con posibilidades, no encontró el descuento. Fue 3-1 en San Juan.
De entrada, el Ciclón mostró problemas en la marca. Cachila Arias perdió la posición con Komar, que a su vez anticipó a Bareiro -libre en el primer palo- y el defensor marcó el 1-0. Después, pegó otra vez por una grosera falla de Torrico: Valoyes aprovechó un gran pase entre líneas de Moreno y definió cruzado, aunque el Cóndor puso floja lo dio una manito. Las dos claras del Ciclón fueron de Nico Fernández, una por un disparo cruzado y otra de tiro libre.
San Lorenzo tuvo la chance de descontar en el arranque del complemento. Ahí desaprovechó algunas chances claras con Bareiro, con Arias y hasta con el juvenil Rufino Lucero, pero a veces por Guido Herrera y otras por falta de precisión, no pudo encontrar el gol. A los 27, Pochettino metió un golazo de tiro libre para el 3-0 y encima, minutos después, Francisco Flores metió un cabezazo al palo.
Cuando parecía que a los pibes no le salía nada, Agustín Hausch, el juvenil de tan solo 16 años que había entrado bien, encaró y lo bajaron en el área. Julián Palacios cambió penal por gol y, al menos, tanto esfuerzo tuvo su merecido premio.
Un amistoso que se deberá olvidar rápidamente por el resultado. Sin embargo, lo positivo es que varios de los juveniles supieron aprovechar su chance para mostrarse. Pasando en limpio, Rufino Lucero, Flores, Fernández y Hausch tuvieron un muy buen debut, y Julián Palacios también se mostró como buena alternativa.
